martes, 19 de abril de 2016


FA-UT-FA

Hector Berlioz, el significado músico y compositor, escribió un libro acerca de Beethoven que yo, con solo 14 años compré porque creía que era una biografía sobre mi músico favorito. Al leerlo descubrí que no era así; en la obra, Berlioz analizaba como un crítico entendido en la materia las obras más importantes del genio de Bonn.
Entre esa lectura que yo, por haber estudiado musica podía entender, me llamó la atención una anécdota sobre la sexta sinfonía, más conocida por "Pastoral".
Esa obra, donde Beethoven recurre al realismo para plasmar escenas bucólicas campestres, comienza con una frase musical definida por las notas "Fa-Do-Fa". (Antiguamente se llamaba "Ut" a la nota "Do", porque el himno de San Juan comenzaba por "Utquean laxis", y las dos letras con las que comienza cada estrofa y su coincidencia con los tonos otorga el nombre a las notas. La segunda es "Resonare fibris", "Mira gestorum", Famuli tuorum", etc). 
Ese simplísimo tema es desarrollado durante el movimiento con la maestría propia de un genio musical como fué "el español", pero Berlioz nos regala una curiosa anécdota. Es la siguiente:
Es de todos los admiradores de Beethoven sabido que el maestro solía inspirarse paseando por los bosques de Viena. En una ocasión anduvo vagando unos días por allí y lo encontraron unos policías que lo encerraron por creerlo un vagabundo. Esta costumbre de recurrir a la naturaleza para buscar inspiración e ideas fue una constante en la existencia del genial músico. Cuando su sordera era ya casi total escribió lo siguiente: "qué pena me produce que alguien pueda oir a lo lejos la flauta de un pastor mientras me lo comenta y yo no puedo oir nada. Tales hechos me llevan a la desesperación, y maldigo a menudo mi existencia.¿cómo puedo soportar y reconocer que ese sentido que en mí debería ser el más agudo ya no lo tengo? En ocasiones me siento el ser más desdichado de la creación...". 
Al precer, según dice Berlioz, cuando Beethoven aún no estaba sordo, también solía acudir a los bosques para inspirarse. Eso hizo que se fijara en que los pastores, cuando caían rendidos al sueño y despertaban con la flauta entre las manos, instintivamente tocaran las tres notas referidas "Fa-Do-Fa" fruto del sobresalto que les producía el despertarse y haberse ausentado de su vigilancia pastoril, y así, en la sexta sinfonía, Beethoven recurre a ese efecto de usar una música bucólica y relajante mientras entremete esa frase como corte para ulteriores desarrollos musicales.
No es la única anécdota de Beethoven en relación con las melodías pastoriles, pero sí que es un ejemplo maravilloso de la capacidad e inteligencia del maestro.
El eterno Beethoven fué calificado como misántropo, tirano, de recio carácter y escaso de sentimientos humanos, pero jamás he escuchado a  otro músico que fuera capaz de revelarnos sus sentimientos más íntimos por medio de la musica de forma tan sincera y descriptiva.

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